Se llama cambio climático a la modificación del clima con respecto al historial climático a una escala global o regional. Tales cambios se producen a muy diversas escalas de tiempo y sobre todos los parámetros climáticos: temperatura, precipitaciones, nubosidad, etcétera. Éstos se deben a causas naturales y a la acción desenfrenada de la humanidad.
Por otro lado, el término suele usarse de forma poco apropiada, para hacer referencia tan sólo a los cambios climáticos que suceden en el presente, utilizándolo como sinónimo de calentamiento global. Además del calentamiento global, el cambio climático implica cambios en otras variables como las lluvias globales y sus patrones, la cobertura de nubes y todos los demás elementos del sistema atmosférico. La complejidad del problema y sus múltiples interacciones hacen que la única manera de evaluar estos cambios sea mediante el uso de modelos computacionales que intentan simular la física de la atmósfera y de los océanos y que tienen una precisión muy limitada debido al desconocimiento actual del funcionamiento de la atmósfera.
Contaminación, ¿qué es? ¿Cuál es su papel en este proceso?
Apelando al diccionario de la Real Academia Española, el término contaminación refiere a desechos que quedan después de haber escogido lo mejor y más útil de algo. Cosa que, por usada o por cualquier otra razón, no sirve a la persona para quien se hizo. A su vez, influyen los residuos, que es la parte o porción que queda de un todo. Aquello que resulta de la descomposición o destrucción de algo (material que queda como inservible después de haber realizado un trabajo u operación). Cada una de estas definiciones hace referencia a descartes de procesos industriales o comerciales. Cuando pensamos en los residuos no imaginamos un bosque tupido, por ejemplo. Esto es así, porque en la naturaleza, no hay residuos. Los ecosistemas presentan una interacción continua entre factores biológicos y no biológicos, lo cual produce una circulación ininterrumpida de materia entre el medio inorgánico y las comunidades vivientes.
En cada comunidad existen conjuntos de seres vivientes con necesidades complementarias, de forma que unos son productores (vegetales), otros consumidores (animales) y unos terceros descomponedores (microorganismos) de los restos que se generan. Este proceso de reciclado natural, en que la materia se transforma fluidamente para beneficio de todos, debe ponernos a pensar en los modelos de producción de la modernidad y en su baja eficiencia, si tomamos en cuenta la cantidad de energía utilizada, los recursos consumidos y los desechos generados.
A raíz de las acciones del hombre en la sociedad, el medio ambiente se está debilitando, razón por la cual hoy en día pueden evidenciarse los efectos del cambio climático, que muy lejos de disminuir, están acentuándose cada vez más.
Los contaminantes atmosféricos, normalmente medidos en la atmósfera urbana, provienen de fuentes móviles (tráfico rodado) y de fuentes fijas de combustión (industrias, usos residenciales -climatización-, y procesos de eliminación de residuos). Se distingue entre contaminantes primarios y secundarios. Los primeros son los que proceden directamente de la fuente de emisión. Los contaminantes secundarios se producen como consecuencia de las transformaciones y reacciones químicas y físicas que sufren los contaminantes primarios en el seno de la atmósfera, distinguiéndose, sobre todo, la contaminación fotoquímica y la acidificación del medio.
El calentamiento global es un hecho.
Causas y consecuencias.
Desde hace unos doscientos cincuenta años, algunas actividades desarrolladas en los países donde se estableció el capitalismo industrial comenzaron a despedir hacia la atmósfera una serie de gases contaminantes que aceleran el calentamiento del planeta. Estos gases son el resultado del proceso de combustión de fósiles: al quemarse carbón, petróleo o gas, la atmósfera recibe el impacto de la emanación de dióxido de carbono (CO2), entre otros componentes. El incremento del volumen de estas emanaciones ha producido como consecuencia el agravamiento de lo que se denomina efecto invernadero, y por tal motivo, las temperaturas más altas de la historia se han registrado durante las décadas pasadas. Como se mencionaba anteriormente, el incremento de la concentración de CO2 en la atmósfera, se inició con la revolución industrial en el siglo XVIII, pero se agudizó a partir de la segunda mitad del siglo XX. Este proceso se ve intensamente acelerado en los últimos años por la actividad humana, que conscientemente está transformando las condiciones de vida en el planeta.
Las temperaturas medias anuales se han elevado y el ritmo cíclico del clima al que estábamos acostumbrados se ha alterado, por lo cual puede evidenciarse que éste está cambiando.
Las sociedades, al desarrollarse, supusieron un clima futuro insensible, sin variantes respecto del presente. Sin embargo, los estudios científicos demuestran que en esta oportunidad el creciente cambio de la temperatura, acelerado por la acción humana sobre la naturaleza, podría tener graves consecuencias.
Este cambio climático no responde a los ritmos del cosmos y la naturaleza: es producido sobre todo por la actividad humana. Esta transformación acelerada pone en riesgo la capacidad de adaptación de los seres humanos y los ecosistemas a las consecuencias que esta elevación de la temperatura pueda causar. Algunas de ellas son:
Huracanes y tormentas.
La elevación de la temperatura media de la tierra produce un incremento en la temperatura de los océanos, ocasionando más tormentas y huracanes serios. Este aumento implica mayor evaporación y una atmósfera más cálida que puede retener más humedad. En consecuencia, hay más agua que puede caer en forma de precipitación en periodos de tiempo cada vez más cortos.
Cuando el océano se calienta, las tormentas adquieren más energía y se hacen más fuertes, provocando inundaciones en algunos sectores.
Aumento del nivel del mar.
Durante todo el siglo XX, el calentamiento produjo un retroceso importante de los glaciares y el inicio del derretimiento de los cascos polares, lo que inevitablemente impactó elevando el nivel del mar, que subió entre 10 y 20 cm, con respecto a épocas pasadas. El derretimiento de los polos transforma las corrientes marítimas sin poder determinarse las consecuencias ni prever el alcance de algunos efectos tales como la intromisión de agua salada del mar en reductos de agua dulce, lo cual podría reducir la calidad y cantidad de agua potabilizable. Otra consecuencia es el peligro de extinción de algunas especies como osos polares, que no encuentran superficie de hielo y se ahogan, entre otros.
En Argentina se estima que, hacia el año 2100, el mar podría subir entre 15 y 60 cm.
Más tormentas, más lluvias. Efectos en la sociedad.
El calentamiento afecta a todo el planeta, pero las sociedades más pobres se encuentran más expuestas a las consecuencias de las catástrofes naturales provocadas por el aumento global de la temperatura atmosférica, perjudicadas por la falta de sistemas preventivos y las dificultades económicas que estos desastres producen. Por ejemplo, en Argentina la economía depende de la producción primaria agropecuaria donde el clima tiene un papel fundamental. Es así, que durante las tormentas ocurridas en el 2006, se produjo una gran desestabilización en la economía.
Durante los próximos años, tormentas severas, granizos, inundaciones y vientos de más de 200 km. serán cada vez más frecuentes.
Incendios.
Las ondas de calor serán más frecuentes y más intensas. Las sequías y los incendios forestales ocurrirán más a menudo. Un nuevo estudio estadístico revela que la actividad de los grandes incendios se incrementó "súbita y dramáticamente" a finales de los años 80 con temporadas de incendios más largas y un número mayor de incendios más potentes, debido parcialmente al calentamiento global.
Efectos a la salud.
Hay enfermedades que vuelven a aparecer, como consecuencia del calor, sequías y climas cálidos.
En nuestro país, está la amenaza del dengue, el hantavirus y la reaparición del virus del Nilo Occidental. Los vectores que antes no alcanzaban ciertas zonas por el frío que ahora avanzan: la invasión de mosquitos y el crecimiento de especies como los escorpiones, también llamados alacranes, son síntomas preocupantes. Todos estos casos, son consecuencia directa de la tropicalización de nuestro clima, resultado del calentamiento global. Ahora se pueden observar ejemplares de mayor tamaño, incremento en la cantidad de infectados y también agudización de la gravedad de los cuadros.
El efecto invernadero, ¿por qué calienta el planeta?
El efecto invernadero es un fenómeno natural y gracias a él existen en la tierra condiciones para que pueda haber vida, tal cual la conocemos.
En el clima de la tierra influye un continuo flujo de energía proveniente del sol. Dicha energía llega principalmente como luz visible. Una parte de la misma se dispersa inmediatamente y vuelve al espacio, pero la mayor parte, aproximadamente el 70%, atraviesa la atmósfera para calentar la superficie de la tierra.
La tierra, por su parte, se desprende de dicha energía enviándola de nuevo hacia el espacio en forma de energía infrarroja. Pero su liberación final en es el espacio se ve frenada por los gases de efecto invernadero, como el vapor de agua, el dióxido de carbono, etc.
Los gases de efecto invernadero representan sólo aproximadamente el 1% de atmósfera, pero son como una manta que envuelve la tierra y retienen el calor. Si no existieran, el planeta tendría una temperatura 30º más baja.
¿Qué hacer para impedir este cambio?
Cada ciudadano puede comprometerse y cambiar algunos aspectos de su forma de vida.
*Utilizar el transporte público en lugar del auto.
*Caminar, usar la bicicleta.
*Usar lámparas de bajo consumo o tubos fluorescentes.
*Evitar las pérdidas de calor aislando puertas y ventanas.
*Usar aparatos eléctricos más eficientes, con etiquetado energético de clase A.
*Aprovechar la luz natural al máximo.
*Plantar árboles.
*Gastar menos energía para calentar y enfriar.
*Disminuir el consumo, comprar productos con pocos envases, reciclar.
*Apagar totalmente los televisores, videos, DVD, computadoras y equipos de música cuando no se usen.
*Construir las nuevas edificaciones utilizando energías renovables.
*Exigir tecnologías más eficientes en los autos, con menos emanaciones de CO2.
*Reclamar a los gobernantes el uso de energías renovables.
Autora: Debra Musso